Ésta es mi Casa, tu Casa

Los textos de Januman están protegidos por Copyleft.

Puedes compartirlos y citarlos, pero respetando la autoría y sin modificarlos. También puedes pasar a la terraza: facebook.com/capitanjanuman

sábado, 16 de octubre de 2010

10 del 10 del 2010



Una fecha precisa, redonda, sonora, fácil de recordar, incluso cuando tu agenda devora post-it tras post-it con anotaciones, citas y compromisos ineludibles que uno querría eludir. La verdad es que lo pensó muy bien, hasta en las noticias se han hecho eco de la coincidencia. Que yo sepa no hay conjunciones astrales, profecias previstas ni plazos fijados, simplemente es cuestión de matemática recreativa, como cuando el cuentakilómetros del coche hace 22222 kms o leemos un número capicúa. Tampoco creo que tuviese que ver con valores simbólicos del 10, y eso que me molesté en mirar cual era la carta 10 del tarot y todo: la Rueda de la fortuna... No, no me veo a Don Antonio ejerciendo de cabalista, no le pega, pero quien sabe, por lo pronto aquí estoy sentado en un taxi dirigíendome a una cita a ciegas con un libro viejo entre las manos.

Estornudo, como siempre, como estornudé al rebuscar entre las estanterias de mi estudio hasta encontrarlo. Tardé poco, me quedan pocos libros. La mayoría fueron perdíendose por el camino, algunos prestados, otros regalados, la mayoría se quedaron en el piso al separarme. Éste me acompañó siempre, en el colegio mayor, en mi primer despacho, en los sucesivos que ocupé de embajada en embajada, en el que por fin me apoltroné en el Ministerio, cuando volví a casa para encontrarme con que no me sentía en mi casa.

Lo miro con cariño, sus pastas duras ablandadas por el uso y el trajín, sus dibujos anticuados, el color mostaza de las hojas tras el otoño del tiempo. Y estornudo, igual que cuando nos reuníamos en la vieja biblioteca del colegio, a hurtadillas, para que los demás del pueblo no nos viesen y lo tomasen a chufla. Recuerdo el olor a madera de los muebles, al del pan con chocolate que me daban de merienda y la colonia fuerte y varonil de Don Antonio.

Eramos siete. Estaba Pedro, el hijo del ,alcalde, el que más trataba de no ser visto por miedo al carácter de su padre, franquista y borrachín. Carlos, el bueno de Carlos, el de la tienda de ultramarinos, que siempre se las arreglaba para sisar algunos caramelos o perrunillas. Jacinto, hermoso como su nombre, delicado como su aroma, una flor de invernadero expuesta a la inclemencia de las pandillas del pueblo, siempre dispuestas a pasarse un buen rato puteando al mariquita. Y Julián, oliendo a chotuno, pero sentado por Don Antonio en la mejor silla, el rey David, el pastor poeta que tan pronto imitaba el canto del mirlo como recitaba algún verso de Machado. Cinco contando conmigo... y ellas.


SILENCIO....

sábado, 2 de octubre de 2010

A LA CARTA



Resulta que no encuentro a las musas.
Sucede que me va la marcha.
Acontece que apetece un desafío.

Solicito por tanto a mi distinguida clientela sírvase ordenar su plato.
Carta blanca:
Platos fríos o calientes
Cocina tradicional o nouvelle cuisine
Platos contundentes o desestructurado al nitrógeno...

Elijan tema y formato (corto, please) que yo voy encendiendo los fogones.

La nueva entrada quieren que sea........................................................

Como banda sonora un recuerdo del concierto de U2 (sí, estuve...)
WITH OR WITHOUT YOU


UN CAFÉ CARGADO PARA LA ESPERA

Vinimos a este mundo
como un perro sin hueso
como un actor sin contrato...

UN TANGO PARA LA ESPERAAAAAA