A veces la niebla se abre y, por sorpresa, un rayo de sol aparta a codazos la rutina. El marino se desnuda y deja que su piel se llene de lunares. Las olas se vuelven un álbum de fotos, espuma de luz con fondo de brisa. Dura poco, pero deja la carne caliente y un regusto de buen vino en la garganta. Son las pequeñas reliquias que guarda en su camarote a salvo de la sal del tiempo, que todo lo corroe. Cuando asfixie la niebla, cuando arrecie el temporal , o lleve tiempo sin escuchar a su sirena, las sacará del terciopelo del recuerdo para no perder el rumbo.
Todo se resume en esta canción: MANHA DE CARNAVAL por la sublime Astrud Gilberto
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Manhã tão bonita manhã (Mañana tan bonita, mañana
De um dia feliz que chegou (De un dia feliz que llegó
O sol no céu surgiu (el sol surgio del cielo
E em cada cor brilhou (y brillo en cada corazón
Voltou o sonho então (volvió entones el sueño al corazón
Ao coração
Depois deste dia feliz (depués de este dia feliz
Não sei se outro dia haverá (no sé si habrá otro día
É nossa manhã tão bela afinal(y nuestra mañana tendrá un bello final
Manhã de carnaval
La ra ra rara
Canta o meu coração (canta mi corazón
A alegria voltou (volvió la alegría
Tão feliz (estoy feliz
A manha desse amor (en la mañana de este amor
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Bonita melodía y tierno marco.
ResponderEliminarTernura y añoranza, melancolía, salsa agridulce.
ResponderEliminarMucha melancolía pero viva, también dura.
ResponderEliminarMi debilidad por la damas no justifica mi grosería ante otro marino melancólico. Permítame compartir niebla y soledad, e invitarle a una botella de ron de miel que conservo para ocasiones especiales, querido comodoro Luís.
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