Banda sonora
Saveiro partiu de noite, foi
Madrugada não voltou
O marinheiro bonito
Sereia do mar levou.
ESTELAS
Sentado en popa, las hélices baten espuma de mar, permutan obsidiana en malaquita en una geología de acuarelas en el lienzo que rasgamos con la quilla. La estela, apasionada en volutas, fragorosa, se diluye lentamente en la ruta del recuerdo.El mundo es circular, líquido y solemne. El sol lo maquilla en una ceremonia de luz orfebre.
Mis pies apoyados en la borda. Todos los senderos que me han traído hasta aquí, cada paso cansado, cada loca carrera, cada baile y cada salto en el vacío reconocen en la estela la esencia del viaje, el origen de esos trazos de espuma que escriben versos fugaces en el rostro del abismo.
Surcamos esa faz. Nuestra vida se limita a la frontera entre dos mundos, una cáscara de realidad vibrante bajo un techo inabarcable y un suelo opaco y envolvente. Apenas somos una ola más de tantas que el viento riza en carcajadas, un efímero montículo, un anhelo de montaña, pero que hermoso saberse parte de esa muchedumbre que baila ensimismada la danza marina de la inmensidad.
Januman (Copyleft)
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ResponderEliminarLa danza marina de la inmensidad, ohhhh. Me gusta, Mr. Y sobre todo me gusta eso de saber que has reposado y vuelto a los mares, pero esta vez en veleros de ensueño y realidad.
ResponderEliminarUn beso, muak!
Un hermoso viaje marino cosechando sensaciones y energía que aflorarán poco a poco en el blog en cuanto el regreso a la cruda realidad laboral me lo permita. Por cierto, en una concesión a la galería muestro mis bellos pies... No quedaba más remedio, el texto se escribíó en ese instante de la foto, la misma mano que enfocó la cámara trazó las letras en el cuaderno. Una sensación escrita, un instante arrebatado al olvido.
ResponderEliminarPonerte pies significa que no eres un fantasma, no? jajajajaja. Perdón, perdón. Significa que caminas, que pisas tierra y que a ratos, consigues volar.
ResponderEliminarBesos
Fantasma te voy a dar yo a ti....
ResponderEliminarUhhhhhhhh...
El Capitán, en su salsa, el mar de la vida y sus cosas.
ResponderEliminar...permutan obsidiana en malaquita. ¡¡ !!
Coincidimos es esa impresión que da la profundidad de alta mar que trastoca la transparencia y la invitación de las orillas en noche cerrada y temible.
Y cuando rasgamos esa espesura,las estelas se convierten por unos instantes en alivio de superficie. Algo que me impactó y que me hiciste recordar con tu texto.
Esperando que la voz de tu ola traduzca en renglones sus vivencias y pensamientos.
Un abrazo
Magia.
ResponderEliminarLa magia de la conexión a través de las palabras entre mentes y afectos. Siempre me impacta, maravilla y me hace renovar mi amor por la palabra. Sobrecoge saber que dos soledades ajenas, en ajenos tiempos y espacios, sintieron y presintieron una idéntica visión.
Dudé al escribir malaquita y obsidiana. Me pregunté si esos términos impedirían comprender mi sensación, pero era tan certera y hermosa la metáfora que decidí arriesgarma. No sabes el íntimo placer que me produce poderla compartir.
Esa comunión implica compartir cierto conocimiento técnico, pero eso es apenas un requisito inicial. Sobretodo implica una percepción de colores y texturas minerales, y la maravillosa operación alquímica en la que dos almas desde la borda de dos barcos transmutan sus liquidas visiones en geológicas disecciones cargadas de afecto y comprensión.
Juncal, estás que te sales, touché
Mi Capitán, es que los colores hablan con las sensaciones y su diálogo a veces es tan impactante que perdura en silencio e intimidad.
ResponderEliminarY si el azar resuelve que se cruce con una impresión semejante, sale despedida a compartir complicidad.
Así lo veo.
(La única diferencia es que yo ví en las profundidades, no obsidiana sino "aceite de roca", esto es, petróleo y la joya de las orillas la convertí en turquesa). Tremendo contraste.
Abrazos siempre.
Cada orfebre tiene su propia mirada,
ResponderEliminarpero comparten artesanía y vocación