Ésta es mi Casa, tu Casa

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lunes, 11 de septiembre de 2017

EL SILENCIO DEL ESCRITOR




Reaparezco casi a hurtadillas, preguntándome si algún parroquiano/a visita aún esta buhardilla. Dice la estadística del blog que sí, no termino de creerlo. Apenas alguna entrada de mucho en mucho, demasiada paciencia necesaria para ser fiel a la casa. Uno recuerda aquellas entradas con 60 comentarios, palpitando en tertulia virtual, apasionada y sincera. No fuisteis culpables por tanto de este silencio aquell@s que elegisteis este club para beber palabras en copa fina. Asumo mi responsabilidad, como socio fundador, gestor y barman.

Deben perdonarme, pero necesité callar. Era tiempo de leerse más que de escribirse. Tiempo para ese cuerpo que a veces se satura de palabras, sobre todo cuando estas no alimentan a la carne e incluso le inoculan la ponzoña gris de la melancolía. 

Escribir no es sinónimo de publicar. He seguido escribiendo, intermitentemente, no solo en papel o pantalla, he aprendido a escribir con música y voz en el cuerpo de los otros. Ya les contaré, si es que regresan ahora que planteo reapertura. Uno puede escribir para si mismo en un ejercicio terapéutico que aveces deriva en onanismo literario, puede ampliar al círculo de personas cercanas para compartir palabras y caricias con aquellos que te aman o... publicar, que explicado por aquellos que etiquetan la semántica viene a ser: 
Revelar o decir lo que estaba secreto u oculto y se debía callar.(RAE)

Sí, hay otras acepciones, más sencillas, más frecuentes, mas adoro que entendamos publicar también desde esa perspectiva esotérica. En realidad no es para tanto, solo un poquito, pero lo poquito a veces es la clave que da sentido a la existencia, los granos de sal que das sentido a la comida.

Pues eso, antes de que vuelva a mi adicción a las metáforas, que voy a publicar, que aquello que debía callarse ya está listo para desfilar en la pasarela de las letras. Les tendré informados. Es una colección collage de incunables, modelos vintage (algunos ya usados en la Casa) y nuevas tendencias. Alta costura (bueno, eso pretende) y a la vez pret a porter casual. Espero que les guste.

Ojalá que quieran y puedan asistir a la fiesta de reapertura, prometo atenderles con la misma coctelera ahora remozada. También daremos un toque de modernidad a la decoración, hay cierto olor a rancio por falta de uso.

Brindo por ustedes con una vieja botella que escapó a la desidia del tiempo. Se trata de un vino añejo, envejecido con cariño en la bodega de mi corazón, con la justa humedad de afecto y el silencio que aporta unas notas de dulce transparencia.

Besos, abrazos, carantoñas varias y una banda sonora muy de la Casa para amenizar la espera:






4 comentarios:

  1. Camarero, póngame una copa de vino, quiero sangrar gota a gota... las palabras con pasión.
    ¡Qué ganas de volver a leerle, Mr.! Vieja guardia bloguera, siempre fiel. Aquí me tienes.
    Lady Jones.

    Brindemos por los reencuentros.
    Feliz por volver a leerte.

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  2. ¡ Capitán ! ...
    Una banqueta, que me voy a sentar en aquel rincón, justito donde la esquina en penumbra. Desde la media luz y en On la atención, leeré, me harás pensar, conoceré melodías nuevas y observaré entretenida el trasiego de palabras que por aquí se den cita.
    Un abrazo y bienhallado.

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  3. Una de sangría entonces....
    Se le esperaba mylady, la casa sin vos nunca está llena y menos ahora que la clientela viene de regreso. A veces basta un lector para escribir, sobre todo cuando esté es fiel, sagaz y experta catadora.

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  4. Me conmueve saberos a ambas en la casa, sentir que la antigua conexión no se ha perdido. Qué resortes secretos mantienen viva la maquinaria del recuerdo, qué mano oculta nos talla en la memoria los relieves del vínculo...
    Queridas, la casa invita, sus asientos estaban reservados, con su nombre bordado con cariño.
    Bienvenidas, ya con ustedes en casa merece la pena de sobra esta reapertura

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