Ésta es mi Casa, tu Casa

Los textos de Januman están protegidos por Copyleft.

Puedes compartirlos y citarlos, pero respetando la autoría y sin modificarlos. También puedes pasar a la terraza: facebook.com/capitanjanuman

domingo, 25 de abril de 2010

IGNORANCIA

Imagen de una nebulosa conocida como "El ojo de dios".


Ignoro tantas cosas. El sol demuestra su pujanza en esta tarde a golpes de luz y sombras, conforma una doble realidad en cada objeto, permite mirar el mundo en una doble perspectiva. Una ventana de dos hojas que se abre ante mis ojos miopes con su cofre de destellos y de risas de color. La primavera ha salpicado todo. Una nube de mosquitos danza en el aire a contraluz. A salvo tras llas gafas de esta casa, contemplo la forma del conjunto en permanente ondulación cual bandada de vencejos diminutos. Nunca sabré por qué adoran ese preciso espacio de aire, por qué acuden puntuales a la cita cada tarde, o el afán que les mueve a desplegar tanta energía a fin de ser enjambre sin colmena. No sabré adondé van, ni cuánto duran, ni si mañana vuelven ellos o su estirpe recurrente.

Poco importa. Ajeno a mis preguntas, el mundo despliega su bullicio de materia. Aprendí que ese teatro de la vida no necesita espectadores, si bien nos tolera y nos invita a formar parte de su obra. Ello requiere la humildad de no reclamar un papel protagonista, estar dispuesto a hacer de figurante, a compartir la dignidad de una concha o de una hormiga, formar parte del coro, una voz más en la orquesta que interpreta la sinfonía del átomo en la ópera del universo.

No resulta fácil, pero a veces se consigue. Entonces dejas de ser yo y durante un fragmento de vida te sientes nada y en todo a la vez. Es entonces cuando el tiempo se detiene para hacerse instante, fluida sucesión de permanencia en el cambio, ahora. Aquí, en la vida que te toca vivir te guste o no, se corresponda o no con la que tú querías, en estas circunstancias que no elegiste pero sí determinaste. Aprovéchate, exprímele el jugo a este momento, ya habrá tiempo de mascar el tiempo, de la sed que dejan las constumbres, de mirar sin ver y oir sin escuchar. Bébete la luz, aquí y ahora.

Januman

De la última delicatessen incorporada a nuestra selecta carta: RUFUS WAINWRIGHT

Accross the universe

Going to a town

The origin of love
: un cuento palpitante

viernes, 16 de abril de 2010

ALQUIMIA


Entrada collage de impresiones que convergen estos días. Escucho en la radio homenajes a Miguel Hernández y recito de memoria (no es broma) su elegía por Ramón Sijé mientras deslizo mis ojos como caracoles por un jardín que se esponja tras la lluvia de esta tarde. "Lloro mi desventura en sus conjuntos" pues "tanto dolor se agrupa en mi costado que por doler me duele hasta el aliento". Hay un rumor en mi mente que desde un tenue sosiego inquiere por el poder creativo del dolor. Alguien escribió que cuando se es feliz no se necesita crear, tienes bastante, nada hay que buscar, nada que descubrir... Algo en mí siempre se rebela ante ese vínculo de ansia creativa que brota de la desazón, del dolor. Lo cierto es que, cuando cotejo obra y biografía de aqull@s artistas cuyas obras me deslumbran, esa relación se manifiesta nítida y persistente.

Yo he visto lluvias grises correr hacia las olas
levantando sus tiernos brazos acribillados,
para no ser cazadas por la piedra tendida
que desata sus miembros sin empapar la sangre.

Es otra elegía. Esta vez de Lorca sobre Ignacio Sánchez Mejías.

¿Tiene sentido el dolor? ¿Es acaso la espuela necesaria para que nuestro alma se afane por sobrepasar los límites seguros del estar sin ser? Un personaje de Faulkner afirma: "si tuviera que elegir entre el dolor y la nada, elegiría el dolor".

Resulta fácil teorizar sobre el dolor cuando no duele, codificar ascetismos, sublimarlo en aras de ideas indoloras, de doctrinas inocuas. Pero cuando la voz es aullido, no solo de carne, sino de esas heridas de adentro que supuran huecos y sombras, uno se enfrenta a una alquimia peculiar, a una destilación compleja para extraer lucidez y surfear en la espuma del llanto sin que la ola se desplome y te desgarre sin piedad entre arrecifes.

No es fácil, nada fácil, pero es la única via posible para que una lágrima sea fermento de flor, para que un gemido insinúe melodías, para que las garras del abismo se tornen alas de plumas vaporosas y te eleven más allá de ti mismo.

Tejiendo este collage, ahora que cae la noche como una capa espesa, en mis oidos se clava la aguja delicada pero atroz del dolor exacerbado a la tortura en aras de la extrema pureza de la voz. El disco se llama SACRIFICIUM, de Cecilia Bartoli. En él se rescata la música que se creó ex-profeso para los Castrati. Qué abrumadora paradoja que una belleza tan sutil y etérea requiriese de tan soez amputación. Da que pensar, da que sentir.

Parto, lascio, o cara

Sposa, non mi conosci

Qual farfalla innamoratt

jueves, 8 de abril de 2010

IMAGINARIUM


El poema de Nicanor Parra que Lulu dejó en la anterior entrada como una carga de profunidad da pie a esta entrada. Como Juncal señala, uno al leerlo se sumerge en lo imaginario de nuestra percepción del mundo y la vida hasta que, abruptamente, sentimos, sea dolor o placer, como nuestras entrañas palpitan bajo esa abstracción.

Desde polos tan aparentemente distantes como el budismo o la física, se nos enfrenta a la relatividad de nuestras vidas: no somos espectadores ajenos a una realidad, sino que moldeamos "nuestra realidad" hasta hacerla diferente de la realidad del otro. En la práctica, lo que percibimos es transformado por nuestra mente, por nuestros sentimientos, por todos los resortes y hábitos mentales que nuestra biografía ha engranado circunstancia a circunstancia.

Así vivimos en una realidad que no es real y que es distinta de la realidad del otro. Un estímulo (un sonido, una imagen, un acto) puede provocar reacciones antagónicas en distintas personas, desde rechazo a entusiasmo, desde miedo a placer. Eso origina dos dificultades a cual más problemática: comprender a los demás y comprenderse a si mismo. Me centraré en ésta, entre otras cosas porque creo que, si somos capaces de abordarla, es cuando podremos ponernos en el lugar del otro.

Estamos en una playa en un dia soleado de verano. La gente está de vacaciones. Se supone que deben estar a gusto y tranquilos, pero... cada cual ha llevado hasta la arena algo más que su toalla y demás chismes. Sus deseos, sus miedos, sus hastíos, sus rencillas, sus preocupaciones. Hay una playa por cada persona que está allí. Son granos de arena mentales que conforman una playa imaginaria que puede dibujar una sonrisa o una mueca despectiva en los rostros embadurnados de crema solar. Podríamos esbozar una cadena con toques de caricatura: chica toma el sol mientras sufre porque el chico que le gusta no le hace caso, hombre mira con deseo a chica a espaldas de su mujer, mujer se siente feliz por estar juntos de vacaciones, hijo mayor odia la playa porque se aburre sin amigos, hijo pequeño chilla de placer jugando con las olas, vendedor de patatas maldice las ventas del día... La misma playa y tantas playas a la vez.

No basta saber. Al final como en el poema, nuestro corazón palpita bajo los rayos de esa niebla mental imaginaria con la que envolvemos lo que nos rodea, lo que vivimos. Uno querría ser capaz de disolverla, dejar que la luz mostrase la realidad tal cual, más no es tarea fácil. En estos temas resulta asequible hacer diagnósticos, complicado asumir un tratamiento y difícil, muy difícil, llevarlo a cabo. Supone afrontarte (que no enfrentarte) a ti mismo cara a cara, con tus luces y tus sombras, que son ambas más de lo que crees. Implica descubrir el error que subyace detrás de la conducta. Exige una alquimia dura y complicada que transmute los hábitos y las inercias en una nueva forma de ver y percibir la vida. Y todo ello implica esfuerzo, coraje y voluntad.

Reflexiones sobre un poema, sobre mí mismo, sobre aquello que acontece en estos días, sobre ese dolor imaginario que tanto duele.

Una banda sonora de doble uso:

MICAH P. HINSON: STAND IN MY WAY
con frases como: no es lo que hiciste, es cómo lo hiciste.

El otro uso es para promesas cumplidas de la Casa. Vaya el poema de Semana Santa prometido. Es de hace unos años y dedicado a un amigo, ampliado ahora a toda la buhardi. Si escuchais la canción, hacia el final hay arreglos de viento como de marcha procesional...

Viernes Santo

Un dios muere bajo la lluvia en este ocaso.
Tormentas calladas tiñen apenas
de luz las húmedas tinieblas,
la esponja de vinagre gris que alivia
la sed del bosque de cruces carcomidas,
la sangre de la noche
para la redención de la piedra,
el velo del templo rasgado
de una tierra ulcerada y antigua.

Y yo aquí bailando entre las gotas,
manantiales del tiempo derritiendo
las calles empedradas de escamas,
ensortijando mi mente
entre el vaho que lame las laderas
susurrando misterios sin fe
que embrujan a las jaras.

Y tu aquí
burlando con tu soledad la mía
en un abrazo invisible de hombres solos
que miran hacia atrás en el silencio
cribando los sueños del recuerdo
en un cedazo de futuros apremiantes.

Hermandad del anhelo
por la que en ti me reconozco
y te siento
simplemente como amigo,
con la desnudez majestuosa que ello encierra
en esta noche del velatorio de dios.