
Palabras, bellas y jodidas palabras, bandadas de letras que aletean en tu rostro pero escapan a tus manos y te dejan solo el roce de sus plumas. Cómo hablar si lo que quieres es oir, para qué decir si el silencio compartido es lo que anhelas, qué palabra puede superar a una caricia, al aliento del otro en tu aliento, qué frase puede condensar la potencia de un abrazo.
Palabras... amadas palabras que tanto me pesais a veces. Silencio, dadme un poco de silencio, dejad de retumbar en mi memoria, vuestro eco me despierta en la noche de este insomnio compartido.
Como titula un libro de poemas Jodorowsky: No basta decir.
CÓMO HABLAR, Amaral y Antonio Vega
Querido caballero Januman estoy recordando ese poema tan bello de Blas de Otero que en su día musico profundamente Paco Ibañez "Me queda la palabra":
ResponderEliminarSi he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras es silencio,
me queda la palabra.
Si abrí los ojos para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.
Tome nota y tras cerrar los ojos por un instante trate de sentirlo. Creo que no le resultará difícil a usted que nos está demostrando a través de su blog que tiene alma de poeta. Un abrazo
Olé,este es el Januman que me gustó. Pero recuerde capitán que el silencio termina formando callo y duele más incluso que las palabras.
ResponderEliminarSalud
Colores y sonidos, amo el poema que recoge. Puede que al final solo queden las palabras, ese es el meollo del problema, vuelva a leerlo y anote cuanto se puede perder y pasar en el camino.
ResponderEliminarLady Jones, quizás el silencio forme callo, pero a la vez cierre alguna herida.
el ruido del silencio puede ser más terrible que la palabra (o que un grillo en celo). blas de otero es nana contra horrores cósmicos, terráqueos y conscientes, eso sí que sí.
ResponderEliminarEn este insomnio... no hay silencio, las palabras son mosquitos que zumban en mi mente. Yo quiero una nana...
ResponderEliminarNANA PARA JANUMAN
ResponderEliminarsoñé un mundo de poetas
en donde cada picor
era calmado con un poema
te picaba la frente
con metáforas te rascabas
te picaba una ceja
bastaba el verso rozado
la conciencia se aliviaba
con uñas rimadas
(cuando desperté
los mosquitos
me habían frito)
Priorizar inteligentemente. Puede ser que tengamos que....
ResponderEliminar"Un antiguo remedio para curar el insomnio es contar ovejas aunque estudios recientes afirman que es preferible visualizar cualquier cosa que le resulte relajante y agradable.
Un campo en primavera, una playa desierta, el cielo, un bosque. Intenta imaginar cada detalle del sitio, los olores, los ruidos del viento en los árboles, de las olas.... Y si no funciona, pues entonces recurra al recuento de unas cuantas ovejas."
Se puede probar esta noche capitan.
A mí anoche me ayudó a dormir la luna llena, llena llena, ;), que alumbraba mi cama a eso de las 3 y cantar en mi mente una y otra vez esta canción:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=5JZomhQWXUs
Espero que les guste.
Vale, Mr... hacemos las paces, jaja, porque me gusta que se cierren las heridas y después, si eso... volvemos a la nostalgia para contarla con la sonrisa de haberla tenido...
ResponderEliminarPedi una nana y se me dió.
ResponderEliminarPedí consejo y recibí
Comparten mi canción favorita (se publicó en el blog con otro vídeo, pero aún asi, mil gracias, pues Januman necesita tiempo y silencio)
Hacen las paces.
Gracias, a este camarero le gusta que le mimen.
Dormí al final, justo lo suficiente para andar las horas de este día paso a paso y con la frente alta, que no es poco.
Mis heridas se niegan a cicatrizar, los puntos se abren, las palabras las infectan, la ausencia las enquista... habrá que ir pensando en cauterizar con fuego. Duele mucho, pero a la larga compensa. Mi alma me pide que le dé más de tiempo. Mi carne exige un plazo corto. En eso estamos. Aquí estamos de cuerpo presente.
Próxima entrada: continuación de Amor de Nube.
Al menos palabras. Difícil cuando lo que deseas es un abrazo, sentir el calor y el dolor. Dar esa luz que no llega,que se apaga por no avivar.
ResponderEliminarNo prefieras silencio,nunca, siempre me hablaron de la comunicación verbal.
Aunque desde luego es muy bonito un silencio en el deseo....y tanto más.Siempre.
Vaya, disculpe por la repetición entonces, es lo que tiene ser nueva en el lugar.
ResponderEliminarHace tiempo me acompaña esa canción. Otra "casualidad" Jej.
Mis mejores deseos, capitán Januman.
Luís: hay una parte de mí, creciendo poco a poco, que prefiere el silenciol; la que quiere cuidarse, centrarse en mi mismo para cerrar esa herida que me sangra ausencia.
ResponderEliminarOtra, no lo niego, es toda oreja, escrutando el horizonte en busca de signos de futuro, aceptando cualquier limosna: un par de frases, el simple sonido de la voz. Antes bastaban. He descubierto que ahora son sal en esa herida.
Por eso necesito refugiarme en el silencio y allí bordar un lecho con punto de cruz, un dosel de palabras con sabor a intimidad, unas sábanas de raso que acojan versos compartidos.
Aqui me tiene, prefiriendo no ver y no escuchar afuera, tejiéndome una cama de esperanza.
Sihuat: no hay de que disculparse en esta Casa, es más, está mal visto ;-)
ResponderEliminarLuís: se me olvidó una cosa. Precisamente la palabra "Siempre" se tambalea en mi vocabulario.
Muy respetable y necesario. Vale pero siempre con esperanzas y mucho cariño.
ResponderEliminarQue no te duelan, que te lleguen para vivir y sentir pero con...como quieras tu.
Tu eres el capitán y has de llevar tu barco, no lo olvides. Quiérete mucho.
Un capitán que lleva mucho tiempo esperando un viento favorable que no llega. Son los problemas de elegir navegar en un velero: auténtico, romántico, salvaje... pero el motor es más sensato. Es cuestión de opciones, de elegir, todo tiene sus riesgos.
ResponderEliminar¿Puedo decir "cagüen la mar"? Pues eso, marinero... que se ponga rumbo a ello. Suerte, quebremos una botella de champán en el velero y a navegar... y el viento llegará. Llegará.
ResponderEliminarLADY JONES