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sábado, 16 de octubre de 2010

10 del 10 del 2010



Una fecha precisa, redonda, sonora, fácil de recordar, incluso cuando tu agenda devora post-it tras post-it con anotaciones, citas y compromisos ineludibles que uno querría eludir. La verdad es que lo pensó muy bien, hasta en las noticias se han hecho eco de la coincidencia. Que yo sepa no hay conjunciones astrales, profecias previstas ni plazos fijados, simplemente es cuestión de matemática recreativa, como cuando el cuentakilómetros del coche hace 22222 kms o leemos un número capicúa. Tampoco creo que tuviese que ver con valores simbólicos del 10, y eso que me molesté en mirar cual era la carta 10 del tarot y todo: la Rueda de la fortuna... No, no me veo a Don Antonio ejerciendo de cabalista, no le pega, pero quien sabe, por lo pronto aquí estoy sentado en un taxi dirigíendome a una cita a ciegas con un libro viejo entre las manos.

Estornudo, como siempre, como estornudé al rebuscar entre las estanterias de mi estudio hasta encontrarlo. Tardé poco, me quedan pocos libros. La mayoría fueron perdíendose por el camino, algunos prestados, otros regalados, la mayoría se quedaron en el piso al separarme. Éste me acompañó siempre, en el colegio mayor, en mi primer despacho, en los sucesivos que ocupé de embajada en embajada, en el que por fin me apoltroné en el Ministerio, cuando volví a casa para encontrarme con que no me sentía en mi casa.

Lo miro con cariño, sus pastas duras ablandadas por el uso y el trajín, sus dibujos anticuados, el color mostaza de las hojas tras el otoño del tiempo. Y estornudo, igual que cuando nos reuníamos en la vieja biblioteca del colegio, a hurtadillas, para que los demás del pueblo no nos viesen y lo tomasen a chufla. Recuerdo el olor a madera de los muebles, al del pan con chocolate que me daban de merienda y la colonia fuerte y varonil de Don Antonio.

Eramos siete. Estaba Pedro, el hijo del ,alcalde, el que más trataba de no ser visto por miedo al carácter de su padre, franquista y borrachín. Carlos, el bueno de Carlos, el de la tienda de ultramarinos, que siempre se las arreglaba para sisar algunos caramelos o perrunillas. Jacinto, hermoso como su nombre, delicado como su aroma, una flor de invernadero expuesta a la inclemencia de las pandillas del pueblo, siempre dispuestas a pasarse un buen rato puteando al mariquita. Y Julián, oliendo a chotuno, pero sentado por Don Antonio en la mejor silla, el rey David, el pastor poeta que tan pronto imitaba el canto del mirlo como recitaba algún verso de Machado. Cinco contando conmigo... y ellas.


SILENCIO....

15 comentarios:

  1. No he encontrado otra forma de obligarme a cumplir con mi clientela que sustituir el plato de larga elaboración por tapas que se irán sirviendo a medida que salgan de cocina, estamos de reformas de interior y cuesta cocinar. Sé como empieza la historia, no como termina, compartiremos así su gestación, useasé, el parto del burro.

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  2. ¿Y la musiquita es el vinito o la caña que acompaña esas tapitas?

    Pues yo un zurito y un respire, Mr.. jajaja, por aquello de que el parto se presenta largo y pesado...

    Muak.
    LADY JONES

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  3. Recien he descubierto tu blog, y me parece un menu a la carta, como bien dicta tu anterior entrada, esta en particular me apetece encantadora, por que yo tambien me preguntaba si es que este seria mi momento.

    Un beso. Te leo. Y re dejo uan cordial invitacion para que te pases por mi blog.

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  4. ¿Cita a ciegas?
    ¿Necesitas adrenalina?
    La emoción de lo desconocido, umm...
    definitivamente no me va.
    Será que soy tímida, no sé.
    Me resultaría incómodo.
    Y arriesgado.
    Pero reconozco que puede resultar un buen ejercicio para quien guste de ponerse a prueba y corroborar hasta qué punto está preparado para resolver situaciones.
    Tira, anda... y que sea lo que Dios quiera.
    ;-)
    Suerte y un beso.

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  5. No te precipites Juncal, no van por ahí los tiros... (Ventajas de ser la parturienta...)
    Ay! Que me da una contracción...

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  6. ....¿De la risa?

    Ya... Capitán, ya.
    Con un libro viejo como acompañante ya me imagino... salvo que fueras friki...

    Sigue, respira,respira, Aguanta...

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  7. jajaja, Juncal, es que el capi es un poco friki!!! jajajajaj, ¡vaya novedad! jajajajaj...

    ¿No ves que grita solo "ay" cuando le vienen las contracciones? jajajajja, se ha olvidado del resto de onomatopeyas que acompañan (léase "guoeredjflsffsfmecagüen.,.."), jajajaja, y es que además está pariendo un ¿¿¿"burrito"??? jajajaja.

    En fin...

    Esperaremos coffee en mano.
    LADY JONES

    Y respire Mr, respire...

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  8. A mi me encanta el SILENCIO...y ¿sera´ real ese entorno?

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  9. Por cierto, la fecha era señalada. Durante no se´ que´ horas habia un pensamiento mundial programado....

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  10. Pero mira que eres.
    Continuar tras un punto y aparte, así, a hurtadillas y en silencio... Igual que entonces.
    Solamente los nombres han cambiado. El trasfondo permanece.
    Y ese punto confidencial y secreto
    Sssshhh...

    besossshh.

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  11. Ssssshhh, no hasblesss alto, que nos pillan, ;-)

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  12. Vale... varias entregas, Mr. Te haces de rogar, pero sabes? me has recordado además del olor de esas viejas meriendas, las perrunillas, ¡dios! Desde que Abuelita Jones murió no había vuelto a escuchar esta palabra... ¡Gracias! Me encantaban...

    Un beso y más puntos suspensivos, ¿qué tendrá el Mr. en la cabeza? To be continued. Buena banda sonora.

    LADY JONES

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  13. El mister tiene en la cabeza un carrusel de caballitos de colores. De vez en cuando, los doma y sosiega y escribe un poquito para vosotras. Gracias por vuestra paciencia.

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  14. Descubrí tu blog a raíz de una publicación que hiciste en un blog que hablaba sobre Teresa Wilms Montt.
    Me pareció interesante tu comentario y quise saber un poco más de ti.
    En este preciso momento no tengo tiempo para leer mucho de lo que has escrito, porque estoy con pruebas finales y estoy full estudio. Alcanze a leer algunas cosas y me encanta tu forma de expresar..
    Esperando un nuevo "encuentro",
    Una seguidora espisódica.
    Muchos cariños

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  15. Tranquilo capi, ya vendra´ el duendecillo que te haga cosquillas...

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